¿Quién no ha experimentado alguna vez ese sentimiento tan cruel llamado “temor”? Ciertamente todos, desde el bebé que recibe su primer vacuna hasta el anciano que espera con resignación el momento de su muerte, hemos experimentado de alguna forma u otra el temor.
El temor no es otra cosa que incertidumbre ante la llegada de una situación que no sabemos como enfrentarnos a ella. Cuando algo nos causa temor creemos que no podremos sobrellevar lo que nos está ocurriendo. Nos sentimos incapaces de enfrentarlo y triunfar ante esa situación.
El temor y la desconfianza van continuamente de la mano y esto sucede porque muchas veces creemos que somos menos inteligentes y valiosos que las demás personas. La creencia de minusvalía nos provoca temor y cuando no es vencido a tiempo trae como consecuencia el fracaso. No nos percatamos que quien debe amarse y respetarse primero es uno mismo. Si nosotros no nos amamos ni nos respetamos ¿Cómo vamos a esperar que lo hagan los demás?
Ante el temor siempre miramos a los que han fracasado pero no nos damos cuenta que también ha habido muchas personas que han triunfado a pesar de sus temores. La clave para salir adelante es pensar: “Si otros han triunfado yo también puedo y lo voy a lograr”. No debemos pensar que sufrimos o nos suceden ciertas cosas porque somos “malos” o porque no valemos nada. Los momentos difíciles y de debilidad siempre llegarán pero cuando ya salgamos de ese “túnel” y veamos nuevamente la “luz” notaremos que hemos sido fortalecidos y que hemos adoptado un concepto más positivo de nosotros mismos. Nos sentimos más valiosos y fuertes para enfrentar los nuevos retos que tengamos en la vida.
Aunque a veces nos asalten sentimientos de temor y desconfianza debemos recordar siempre que somos seres humanos muy valiosos y que lograremos todas nuestras metas si confiamos en nuestra capacidad para triunfar. Si tenemos auto confianza y un buen concepto sobre nosotros mismos se nos hará mucho más fácil salir adelante a pesar de todas las circunstancias que tengamos que vivir. En vez de las cicatrices que tenemos a causa de las caídas miremos mejor todo lo que hemos aprendido de esas caídas. De todo podemos aprender una lección, por ejemplo; si tocamos una planta con espinas sabemos que nos vamos a hincar y esto nos causará mucho dolor. Si lo seguimos haciendo así nos volveremos a hincar. En cambio, si dejamos de hacerlo no nos hincaremos más.
Cuando sentimos temor debemos aprender a no mirar las espinas que nos hincan y nos causan dolor, sino a mirar las hermosas rosas que están entre las espinas. Todas las cosas “malas” que nos puedan suceder traen consigo una enseñanza o recompensa positiva. Nada nos ocurre para causarnos sufrimiento y daño.
El temor a lo desconocido estará presente en nuestras vidas hasta que aprendamos que no es tanto el temor que sentimos ante las situaciones sino el miedo que tenemos cuando pensamos ¿Qué dirá o pensará la gente de mi? Creemos que somos inferiores a los demás cuando en realidad no es así.
Tal vez nuestro prójimo tiene algún talento o habilidad que nosotros no poseemos, pero igualmente nosotros poseemos habilidades que el no tiene. El que tengamos habilidades diferentes no significa que seamos inferiores o superiores en comparación con los demás. Esto significa que somos únicos, no hay nadie igual que nosotros, y además significa que al unir nuestras habilidades formamos un complemento.
Si todos tuviéramos las mismas habilidades no tendríamos amigos ni podríamos aprender los unos de los otros. La vida diaria sería aburrida y no tendríamos una buena comunicación con los que nos rodean.
Cada ser humano es especial y único y vinimos a este mundo a realizar una gran labor que se nos ha destinado a realizar. Cada uno tiene una labor diferente pero para lograrlas debemos unir nuestras habilidades y fuerzas porque todos hemos sido llamados a un mismo fin: “Ayudarnos unos a otros y ser felices”.
Confía en ti y todo te saldrá bien
El temor no es otra cosa que incertidumbre ante la llegada de una situación que no sabemos como enfrentarnos a ella. Cuando algo nos causa temor creemos que no podremos sobrellevar lo que nos está ocurriendo. Nos sentimos incapaces de enfrentarlo y triunfar ante esa situación.
El temor y la desconfianza van continuamente de la mano y esto sucede porque muchas veces creemos que somos menos inteligentes y valiosos que las demás personas. La creencia de minusvalía nos provoca temor y cuando no es vencido a tiempo trae como consecuencia el fracaso. No nos percatamos que quien debe amarse y respetarse primero es uno mismo. Si nosotros no nos amamos ni nos respetamos ¿Cómo vamos a esperar que lo hagan los demás?
Ante el temor siempre miramos a los que han fracasado pero no nos damos cuenta que también ha habido muchas personas que han triunfado a pesar de sus temores. La clave para salir adelante es pensar: “Si otros han triunfado yo también puedo y lo voy a lograr”. No debemos pensar que sufrimos o nos suceden ciertas cosas porque somos “malos” o porque no valemos nada. Los momentos difíciles y de debilidad siempre llegarán pero cuando ya salgamos de ese “túnel” y veamos nuevamente la “luz” notaremos que hemos sido fortalecidos y que hemos adoptado un concepto más positivo de nosotros mismos. Nos sentimos más valiosos y fuertes para enfrentar los nuevos retos que tengamos en la vida.
Aunque a veces nos asalten sentimientos de temor y desconfianza debemos recordar siempre que somos seres humanos muy valiosos y que lograremos todas nuestras metas si confiamos en nuestra capacidad para triunfar. Si tenemos auto confianza y un buen concepto sobre nosotros mismos se nos hará mucho más fácil salir adelante a pesar de todas las circunstancias que tengamos que vivir. En vez de las cicatrices que tenemos a causa de las caídas miremos mejor todo lo que hemos aprendido de esas caídas. De todo podemos aprender una lección, por ejemplo; si tocamos una planta con espinas sabemos que nos vamos a hincar y esto nos causará mucho dolor. Si lo seguimos haciendo así nos volveremos a hincar. En cambio, si dejamos de hacerlo no nos hincaremos más.
Cuando sentimos temor debemos aprender a no mirar las espinas que nos hincan y nos causan dolor, sino a mirar las hermosas rosas que están entre las espinas. Todas las cosas “malas” que nos puedan suceder traen consigo una enseñanza o recompensa positiva. Nada nos ocurre para causarnos sufrimiento y daño.
El temor a lo desconocido estará presente en nuestras vidas hasta que aprendamos que no es tanto el temor que sentimos ante las situaciones sino el miedo que tenemos cuando pensamos ¿Qué dirá o pensará la gente de mi? Creemos que somos inferiores a los demás cuando en realidad no es así.
Tal vez nuestro prójimo tiene algún talento o habilidad que nosotros no poseemos, pero igualmente nosotros poseemos habilidades que el no tiene. El que tengamos habilidades diferentes no significa que seamos inferiores o superiores en comparación con los demás. Esto significa que somos únicos, no hay nadie igual que nosotros, y además significa que al unir nuestras habilidades formamos un complemento.
Si todos tuviéramos las mismas habilidades no tendríamos amigos ni podríamos aprender los unos de los otros. La vida diaria sería aburrida y no tendríamos una buena comunicación con los que nos rodean.
Cada ser humano es especial y único y vinimos a este mundo a realizar una gran labor que se nos ha destinado a realizar. Cada uno tiene una labor diferente pero para lograrlas debemos unir nuestras habilidades y fuerzas porque todos hemos sido llamados a un mismo fin: “Ayudarnos unos a otros y ser felices”.
Confía en ti y todo te saldrá bien
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