Tai-son en el clóset

Hace unas semanas traje a casa un pequeño puppy Pug, que le llamé Gaby, que me prestaron para ver como Tai-son reaccionaba ante otro perro en la casa. Desde que mi gatita Little Girl tuvo que ser sacrificada después de una dura enfermedad, Ta-ison como que ha necesitado compañía. La diferencia de tener otro animal para el era grande pues se sentía en compañía aunque se pasara peleando con Little Girl. La histora cambia, y pensamos que vamos a durar toda la vida, humanos y perros. Eso lo sabe Olga y Liza cuando perdieron su perrita. En nuestra comunidad Gay nuestras mascotas son como nuestros hijos, sinó mira la foto de Max Charriez en el Breeze para que lo vean con su perrita a hombros. Bien proud. De eso se trata.
Pero, volviendo a Tai-son, hace como un mes atrás me prestaron a Gaby por un dia, solo para ver como reaccionaría Tai. Al entrar Gaby a mi casa, se volvió como loco empezando a correr y rápido a tratar de jugar con Tai. Tai-son cuando lo vió se puso histérico y se hechaba para trás cada vez que Gaby se le acercaba, bendito, tratando de jugar. Bueno, Tai se molestó y penso que este intruso le iba a quitar su dominio. Como los que conocen de perros, Tai-son orinó aquí y allá, al igual que Gaby, que todavía no estaba “toilet trained”. Pa’ rriba, pa’ bajo, payá y pacá… Gaby ‘alante y Tai-son detrás.
Tanto se molestó Tai que se metió en el clóset. Nunca, pero les digo, nunca Tai se ha metido en un clóset. Obvio, yo decidí que no podía tener otro perro en casa. Dice mi amiga bruja que si traigo otro perro, debe ser hembra para que Tai no se sienta celoso. Raude y veloz, me llevé a Gaby al otro dia de mi casa. Lo interesante del caso, es que Tai-son ahora le encanta el clóset. Por eso le incluyo la foto para que lo vean. No sé si todavía Tai está molesto o será que le cogió el gustito al clóset. Puede ser una combinación de ambas.