Voces / 64
Lunes 09 de Abril de 2007 / El Nuevo Día
Por Cecilia La Luz
Presidenta, Org. "Unidos por la igualdad"
Jorge de Castro temía lo que en realidad está aconteciendo. Revolcar el avispero sobre los derechos de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBTT) ha creado una bola de nieve a favor de este grupo marginado y discriminado por parte de una gama de entidades jurídicas, civiles y profesionales, entre otras. Con razón De Castro se oponía a su discusión. En su crisis de falta de partido y necesidad de votos, De Castro se aferró al voto cristiano fundamentalista y lo vio como su salvación para su reelección. Por consiguiente, la avalancha de respaldo a favor de la comunidad LGBTT no le conviene a De Castro y lo aleja de su meta política.
Pero, analizando los últimos acontecimientos de defensa y en contra de los derechos gays, hemos presenciado cambios interesantes, especialmente en el arzobispo Roberto González. Recientemente luego de sus acostumbradas posturas en contra de las parejas de hecho y el matrimonio para los gays, el arzobispo dejó entrever que nosotros sí podemos gozar de algún tipo de derecho, aunque no especificó cuáles. Parece que alguien le recomendó que perdería parte de su feligresía, especialmente aquéllos con capacidad de ofrendar más.Además le recordaron de algunos sacerdotes homosexuales en altas esferas de la administración arzobispal de San Juan que se sentirían menos ofendidos suavizando sus ex p re s i o n e s.
Estos cambios se pueden atribuir a dos razones principales. La primera es el hecho que distintas personalidades de distintos ámbitos del País han hablado a favor de los derechos de los homosexuales y esta ola seguirá creciendo. La segunda se atribuye a la potencial inconstitucionalidad del nuevo Código en contra del matrimonio a favor de los h o m o s ex u a l e s. Esta última fue traída por el secretario de Justicia y la presidenta del Colegio de Abogados en torno a los riesgos de no igualdad de derechos a los homosexuales en cuanto al matrimonio se refiere.
Siguiendo estos sucesos, este periódico presionó al Gobernador con una primera plana declarando que el "Gobierno favorece derechos a los gays". Acto seguido, el Gobernador declaró que mientras esté en el poder, no concederá ningún derecho a los homosexuales y que está en contra del matrimonio gay, como ha reiterado antes. Después de ésto, El Nuevo Día puso sus nefastas expresiones en primera plana, a la vista de todos los miembros de la comunidad LGBTT. Metida de pata del Gobernador. Quién lo asesora, yo no sé. Ese día comencé a recibir llamadas y quejas de distintas personas. Una fue de una chica gay que me contó que en su casa son sólo dos hijas, ambas lesbianas, y su padre reaccionó airado diciendo que no votaría otra vez por Aníbal. O sea, pierde el voto gay y el de miles de sus familiares.Yo me pregunto si antes de decir esa barbaridad pensó en todos sus ayudantes gays y más importante aún, que la comunidad gay ayudó a darle el triunfo. Parece que no sabe sumar. Yo le voy a ayudar. Señor Gobernador, usted ganó las elecciones con el voto liberal de este país, el cual incluye el voto gay. Usted lo fue a buscar, hizo anuncios alusivos para atraerlo. No me explico entonces qué hace usted congraciándose con los fundamentalistas cristianos pues en su mayoría pertenecen al PNP. Esos no le dieron el triunfo, fuimos los liberales de este país.
Ese fin de semana asistí a una fiesta "elite" de la comunidad gay y me encontré con varios delegados populares que molestos con sus expresiones dijeron que no votarían por él. La consigna allí fue que Aníbal, no tan sólo perdió el voto gay sino las elecciones. ¿Usted piensa que la gente no se da cuenta de su parecido a De Castro Font al pensar en los votos primero? Sobre nosotros los gays, ¿qué piensa usted hacer señor Gobernador?
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