C ecilia La Luz
Presidenta, Org. Unidos por la Igualdad
Voces / 65
Sábado 13 de Diciembre de 2008 / El Nuevo Día
Quien pensaba que Aníbal ganaría la gobernación no estaba con el oído puesto en la tierra. Ya eso se veía venir desde el 2007. Y lo peor es que luego de su aplastante derrota, los líderes del Partido Popular tendrán que acarrear con las consecuencias. ¡Y a qué precio! ¿Habrían pensado ellos que podían perder prácticamente toda la Legislatura, que la isla se vestiría de azul con el riesgo de perder fuerza política? Y si lo sabían, ¿por qué lo permitieron? ¿O fue que Aníbal nunca enseñó sus números? Porque estoy segura que los números del PPD tenían que ser similares a las otras encuestas, pues, de lo contrario, su firma de encuestadores no sirvió. Una cosa aprendimos de estas elecciones y fue a tener más respeto a las encuestas, ya que todas apuntaban a una diferencia abismal en votos, cosa que líderes populares rechazaban una y otra vez. Pero cada encuesta confirmaba la otra. A eso yo le llamo negación. Por ende, me parece que esta zurra debe ser una gran lección para los líderes populares. Si no aprenden de ésta, las consecuencias serán nefastas.
Al analizar la gestión gubernamental de Aníbal, después del segundo año y el cierre del Gobierno, era indudable que había que escoger otro candidato que lo sustituyera. Su falta de planificación e improvisación continua evidenciaba su ineptitud como administrador. El IVU, el alza en el pago de servicios y en los gastos ordinarios de los puertorriqueños crearon molestias que crecieron a medida que pasaba el tiempo. Era una comedia de errores uno tras otro. Sus decisiones a favor del pueblo, cuando trató de ayudar con la AMA y la AEE, fueron demasiado al final.Aníbal nunca despuntó y mostró siempre números bajos, como evidenciaban las encuestas de cada año en este diario. Pero él se atornilló sin que se sepa con qué mentiras o amenazas les fue a su liderato. Y el liderato o cogió miedo o le creyó de que prevalecería. Ahí era el momento de cambiarlo, no esperar más. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Un ejemplo de algo similar pasó con Hillary al insistir en quedarse en la contienda primarista demócrata cuando Obama estaba alcanzando el número de delegados suficiente.Entonces el liderato demócrata tomó cartas en el asunto y la convencieron de su retiro. Ella acató la decisión porque entendió que primero es el partido y no perder su posibilidad de triunfo.Igualito hizo Aníbal cuando primero pensó en él. Una vez atornillado, entonces vinieron los "pay backs" contra el Tribunal federal y su insistencia de soberanía alimentada por los independentistas-autonomistas del PPD. Soberanía para eliminar el Tribunal federal, pero para cuadrarla, a coger los chavos federales en bloque por 20 años. Yo me pregunto si en todas estas decisiones estaban sondeando a la base, porque siendo yo parte de la misma les hubiera dicho que estaban cometiendo un grave error y que ahuyentarían a los de derecha, como en el caso de esta servidora.Entonces había que salir corriendo pues las decisiones eran unilaterales y amapuchadas, como lo fue la asamblea para decidir el futuro de Aníbal. Si yo hubiera estado allí, hubiera pegado un grito desde las gradas. Resultado: crónica de una muerte anunciada con una derrota aplastante donde el legado de Aníbal podría producir efectos tan graves como convertir al PPD en partido de minoría perennemente y que por primera vez gane la estadidad en un plebiscito futuro.
Por otro lado, yo creo que es hora de definirse. Yo tengo la misma edad del ELA y ya debe trascender hacia la izquierda o la derecha, hecho que inevitablemente le restará adeptos.Aníbal, es hora de retirarte por completo del PPD para dejar que otros líderes se desarrollen. Rafael, Héctor Luis y Sila se retiraron con dignidad. No sigas destruyendo al PPD.
