Voces / 68/ El Nuevo Día
Sábado 05 de Enero de 2008
Cecilia La Luz
Pres. Org. Unidos por la Igualdad
Así está la calle, cualquiera menos Aníbal. Nunca se había visto un gobernador tan deficiente en su labor administrativa. Sila tuvo razón en no escogerlo. Rosselló no se equivocó cuando dijo "esperen lo que viene". Nunca habíamos visto un gobernador que prometió tanto y no cumplió. Lo dice una popular con conciencia que piensa primero en Puerto Rico, en vez de banderas políticas.
No obstante, no siempre pensé así. Por años pertenecí al corazón del rollo, invirtiendo mis años de juventud al partido de la pava. Con orgullo fui empleada de ese partido aunque eran otros tiempos, tiempos en que trabajar para el PPD era una escuela porque sus líderes eran de otra calaña. De ellos emanaban las mejores cualidades de servicio y entrega al pueblo. Eso fue hace más de treinta años.
También en aquel tiempo tuve el privilegio de tener acceso a las tertulias y reuniones de los "think tanks", las cabezas más privilegiadas profesional y políticamente hablando, que contrastan diametralmente con los asesores actuales, quienes hacen de la improvisación la orden del día.
Sin duda eran otros tiempos. Yo no sé en qué país vive Aníbal. En Puerto Rico no será, pues él piensa que ganará las elecciones. Asumo que los populares incondicionales, aquellos que votan por cualquiera que pongan como candidato, la familia de Aníbal, los buscones y los "vela güira" votarán por él. Pero aquellos que hemos sufrido las consecuencias nefastas de sus malas decisiones, de su terquedad y, peor aún, de su inacción en casos que ameritaban lo contrario, vamos a votar por cualquiera menos por él. Y lo peor que ha tenido Aníbal es que no ha demostrado ser un líder que inculque confianza y esperanza para un pueblo que está cansado de tirantez política. Tampoco ha demostrado que trabaja por encima de todo por el pueblo que lo eligió, y no por sus aspiraciones personales. De esos que así lo hacen estamos ya cansados.
Los votantes pensantes (no amarrados) que votaron por Aníbal, con los cuales me encuentro en la calle a cada rato, esperan las primarias de marzo para votar por Fortuño. Serán unas primarias sin precedentes en cuanto a participación se refiere pues la consigna es que Aníbal ha tirado por un precipicio este país y no podemos permitir que todos nos vayamos por el hoyo. Esto es así porque Aníbal se ha empeñado en ser el candidato a la Gobernación por el PPD, cosa que hizo claro desde el comienzo de su término. No sé quién le hace sus encuestas pues todas las "bonafide" lo ponen perdiendo hasta con Rosselló, quien ha erosionado su imagen grandemente y se pensaba que no daba un tajo más.
La derrota del Partido Popular no la va a propiciar la división del PNP como piensa Aníbal; ésta será protagonizada por miles de populares que, en un acto de desesperación, prefieren el "nada que ver con Aníbal" y votar por cualquiera menos por él. Es una pena que habiendo candidatos en el PPD que puedan salvar el partido, el hombre se obstine tanto con el poder. Es lamentable ver que estas elecciones se basen en luchas de egos en cada bando, las de Aníbal por un lado y las de Rosselló por el otro.Tiempo de limpiar la casa en ambos casos.
Esta situación electoral me recuerda cuando Héctor Luis Acevedo fue el candidato por el PPD en el 1996, ocasión en la que perdió por más de 100,000 votos, muchos de ellos de populares que brincaron insignias por no conformarse con guatapeor. Lo mismo pasará si Fortuño gana las primarias. Y estoy segura que hasta Rosselló le ganará a Aníbal, por menos votos por supuesto. ¿Cuánto más tiene que esperar Aníbal para darse cuenta de que no va para ningún lado? saliendodelcloset@hotmail.com
